Romper la cuarta pared para entrar en la mente del target.
Tercera campaña con Securitas Direct. Mismo propósito: conectar. Nuevos caminos: más directos, más personales, más cercanos.
Porque la seguridad no empieza cuando suena una alarma. Empieza mucho antes. En ese instante íntimo, casi imperceptible, en el que a tu cabeza le salta una preocupación. Una duda. Un “¿y si…?”
Este año, decidimos mirar al target a los ojos. Literalmente. Rompimos la cuarta pared para hablarle, para invitarlo a verse reflejado en cada historia. Porque no hay una sola razón para querer sentirse seguro, hay miles. Y cada una es tan válida como la anterior: irte de viaje, cuidar de tu segunda residencia, tener cierta edad, vivir solo o simplemente querer dormir más tranquilo.
Historias cotidianas. Planos que entran y salen de lo emocional. Situaciones con las que cualquiera puede empatizar. Esa es la base sobre la que construimos esta campaña de conversión, que sigue trabajando el posicionamiento de la marca desde su liderazgo tecnológico y su innovación constante.
Todo con una dirección sensible y potente de Jordi Clusella y la producción firme y cuidada de Zissou.
Una campaña de marca que vuelve a mirar a las personas, no desde el miedo, sino desde la comprensión de sus necesidades reales. Desde ese momento tan humano en el que te salta la alarma por dentro… y decides hacer algo.